A comienzos de esta segunda parte del curso, en clase de Didáctica de la Literatura Infantil y Juvenil, se nos plantearon una serie de cuestiones realmente interesantes sobre los libros que presentamos en clase a los niños: ¿Por qué elegimos esos libros y no otros? ¿Será porque son más ‘’bonitos’’ que otros? ¿Cómo sabemos qué libro elegir para cada curso? ¿Hay fronteras de edades a la hora de leer? ¿Elegimos esos libros porque tenemos una visión de la infancia determinada? 

Decidimos averiguar sobre estas cuestiones, y las iremos respondiendo a lo largo de estos meses, pero como toma de contacto, decidimos preguntar a personas ajenas a cualquier tipo de educación. Le planteamos estas preguntas a dos estudiantes, una, Alba Pérez, de ellas está estudiando el tercer año en Psicología, la otra, Alicia Peis, está estudiando también el tercer curso en Comunicación Audiovisual, ambas en la Universidad de Granada.

A continuación os dejamos las respuestas de ambas:

  • ¿Qué es un libro feo o bonito?

Alba Pérez: No sé a que hacer referencia respecto a feo o bonito, pero lo entiendo como si es entretenido o aburrido, si es interesante y además pasan cosas buenas, o cosas que nos gustarían que nos pasaran, pienso que es bonito, por el contrario, algo que nos aburre o que nos desagrada, entiendo que es feo.

Alicia Peis: Normalmente le asociamos estos adjetivos a los libros dependiendo exclusivamente de la trama narrativa y, más concretamente, de los personajes que le dan vida. De todos modos, en este caso entramos en una especie de debate algo relativista; es decir, atendiendo al gusto de cada cual, un libro será más feo o más bonito dependiendo del género y de las impresiones de cada persona.

  • ¿Qué es un libro para niños? ¿Dónde están las fronteras de edades?

Alba Pérez: Un libro para niños son aquellos libros que son fáciles de comprender, que no tengan tramas complejas, y sobre todo, que tenga muchos dibujos y colores, que animen a los niños a leerlo, que sean de aventuras y cosas fantásticas, no historias muy complicadas o duras.

Respecto a las fronteras, pienso que no hay, pues un niño desde que comienza a saber a leer, ya puede coger un libro y leerlo, siempre que pueda comprenderlo, conforme el niño vaya creciendo irá buscando historias más largas y más enrevesadas, claro que cada niño va a su paso, y quizás comienza a leer libros para adultos desde pequeñito, que igual que hay niños más grandes que siguen prefiriendo historias simples.

Alicia Peis: Los libros de niños se quedan en lo más utópico de la vida. Con esto quiero decir, que únicamente muestran historias llenas de felicidad, de mensaje, mientras que los libros “de mayores” procuran mostrar una realidad más verídica, más real, valga la redundancia.

En cuanto a la edad se refiere, yo creo que realmente llega un punto en nuestra infancia en el que comenzamos a tener más estado de conciencia, luego a través de estudios sociológicos, se establece una media de edad en la que se adquiere este aliciente de conciencia, y a partir de entonces, se prescinde de la literatura infantil, de modo genérico.

  • ¿Qué características tienen las ilustraciones para niños?

Alba Pérez: Pienso que las características más importantes es que tengan muchos colores alegres, dibujos y que sean muy divertidas, de historias fantásticas, monstruos y princesas, que sean breves para mantener la atención de los pequeños y que no sean complicadas.

Alicia Peis: Las ilustraciones para niños muestran realidades muy inocentes, carentes de crudeza o complejidad. Con ello quiero decir, que este tipo de ilustraciones muestran la utopía del mundo real en el que vivimos, evaden al niño de cualquier presente más real, transportándolo a un mundo aparte.

  • ¿Hay que exponer la realidad o la fantasía?

Alba Pérez: Depende. Por un lado cuando son más pequeños pienso que es mejor la fantasía, simplemente porque les llame la atención, pero según van creciendo deberían de leer libros más acordes con la realidad, para que no confundan lo que pasa en las historias con lo que puede pasarles a ellos.

Alicia Peis: Una realidad fantasiosa. Es decir, un conglomerado de ambas cosas considero que es lo mejor para que los niños conozcan una verdad, unos principios del presente real, aunque sean manifestados de forma inocente en ilustraciones.

  • ¿Qué imagen se tiene de los niños y la infancia?

Alba Pérez: Creo que tenemos una imagen como de demasiado pequeños, como que no pueden pensar por ellos mismos, que son muy inocentes y sensibles.

Pienso que estamos equivocados, pues cuando ellos leen una historia, pueden detectar que no es posible que les pase a ellos, que es fantasía, siempre dejando un poco de magia en algunos aspectos, como en la creencia de los Reyes Magos o el Ratoncito Pérez.

Alicia Peis: En general, pensamos que la etapa de la infancia es la más inocente. Los adultos estamos expuestos a la vida diaria, a la responsabilidad, mientras que los niños aportan la parte más inocente y simple de la misma. Muchas veces nos olvidamos de esto conforme vamos creciendo, y mantener esta belleza de la vida que los niños transmiten con tan sólo sonreír, es una medicina importante para  humanizar el mundo.